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El Ratoncito Pérez y los dientes de leche

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[fusion_builder_container hundred_percent=»yes» overflow=»visible»][fusion_builder_row][fusion_builder_column type=»1_1″ background_position=»left top» background_color=»» border_size=»» border_color=»» border_style=»solid» spacing=»yes» background_image=»» background_repeat=»no-repeat» padding=»» margin_top=»0px» margin_bottom=»0px» class=»» id=»» animation_type=»» animation_speed=»0.3″ animation_direction=»left» hide_on_mobile=»no» center_content=»no» min_height=»none»][fusion_text]Los niños suelen tener 20 dientes de leche, y a la edad de 5-6 años, es cuando empiezan a cambiarlos, y a muchos la pérdida del primer diente les puede resultar traumático, al ser algo desconocido para ellos.

Por eso, es muy importante la colaboración de papás y mamás, para ponerle un poquito de magia y entusiasmo a esa época de transición de nuestros peques.

En nuestro país, existe un dulce personajillo que nos puede ayudar a quitar ese temor y cambiarlo por magia e ilusión, el RATONCITO PÉREZ, que les cambiará los dientes caídos por regalos y monedas.

La historia de este personaje se remonta al siglo XIX, cuando a un niño llamado Bubi, que era ni más ni menos que el rey Alfonso XIII, se le cae su primer diente, y esto generó tal conmoción en Palacio, que su madre la Reina María Cristina, encargó un cuento para calmar a su hijo.

“…Ahí, en el Madrid castizo, comienzan las aventuras de un ratoncito que vive en una caja de galletas y un día descubre que es mucho más divertido salir a explorar la ciudad a través de cañerías y alcantarillados. Esquivando gatos y otros peligros, visita cada noche a los niños y se hace amigo de ellos, hasta que en una de sus correrías se adentra en el palacio real y conoce a Bubi.

De pronto, sintió una cosa suave que le rozaba la frente. Incorporóse de un brinco, sobresaltado, y vió delante de sí, de pie sobre la almohada, un ratón muy pequeño, con sombrero de paja, lentes de oro, zapatos de lienzo crudo y una cartera roja, terciada a la espalda”. (…) Ratón Pérez saltó de repente sobre su hombro, y le metió por la nariz la punta del rabo: estornudó estrepitosamente el Reyecito, y por un prodigio maravilloso que nadie hasta el día de hoy ha podido explicarse, quedó convertido, por el mismo esfuerzo del estornudo, en el ratón más lindo y primoroso que imaginaciones de hadas pudieran soñar”.

Transformado en ratón, Bubi sale a conocer a otros niños y se da cuenta de lo diferentes que son de él: más pobres y mucho más necesitados. Y empieza de esta manera la odisea de cambiar los dientes de leche por monedas…”

El Ratoncito Pérez comparte sus funciones con otros personajes en otros países, como puede ser Topolino en Italia,  el Hada de los dientes en el norte de Europa y E.E.U.U. o la Petit Souris en Francia, ilusionando a todos los niños del mundo.

La historia del ratoncito Pérez, tiene un gran valor psicológico porque entramos en un mundo mágico que al niño le resulta imposible no adentrarse en él, y sentirse partícipe de algo fantástico.[/fusion_text][/fusion_builder_column][/fusion_builder_row][/fusion_builder_container]